(Nota previa: Voy a hablar de la lluvia. Y siempre que hablo de lluvia se me autoconexionan las neuronas y me acuerdo de Galicia. Por eso mismo, este post va para mi amiga Rocío, su hermana Maruxiña y Lola, porque tienen la suerte de vivir "onde se acaba o mar".)
Y la lluvia hace charcos y en los charcos saltan las ranas (y los "ranos") |
Llueve. Hoy llueve y llueve como si no hubiera un mañana. En el cole nos decían que la lluvia es muy buena. Que crecen las flores, que se limpia el aire... ¡Qué mentira! A mi la lluvia me rompió el geranio de la ventana y ¿quién me explica que limpie el aire si deja los cristales hechos un asco?. Pero si nos atrevemos a decir "¡vaya peñazo!¡está lloviendo!" siempre habrá algún "pepito grillo" que nos haga quedar como unos desalmados respondiendo: "quita, quita, que es muy bueno para el campo y limpia el aire..."
A mi no es que me importe un pepino el campo. (De hecho, una buena vez, un amigo me catalogó como la persona "más ecologista, medioambiental y biodegradable que conocía"). Y no es que quiera ser más que Dios, en su infinita sabiduría, pero me parece más inteligente que llueva sólo en el campo. Y si el aire anda un poco guarreras, pues que llueva en la ciudad de 12 a 6 de la madrugada. Mucho más práctico, dónde va a parar.
Cake Pops-Ranas rellenos de naranja |
La verdad es que nos fastida. Nos fastidia mucho que llueva. Nos fastidia tener que llevar paraguas. Los paraguas son unos inventos creados por el propio Lucifer en su día más retorcido. Pasas de ser una persona autosuficiente a ser un pobre "pringao" que no es capaz de empujar el carro de la compra desde el super a casa y llevar el paraguas sin mojarse. Y si es de tipo bastón y deja de llover, eres de los más avezados malabaristas de "El circo del sol" llevando el carro y manteniendo el paraguas mojado lejos del cuerpo con el brazo tieso al mismo tiempo.
Y ¿qué me dices de los paraguas plegables? Ahí Lucifer se pasó siete pueblos con el género humano. Inventar un paraguas que no vale para nada y que se da la vuelta cuando sopla un poco de aire, es de ser muy mala persona... Es curioso. Todos sabemos lo endebles que son pero no podemos evitar pensar: "bueno, pa´un apuro me vale". Pues no, no vale. ¿Cómo va a servir un paraguas ingobernable? Asi que, a ver si dejamos de regalar paraguas plegables a nuestras madres, que es de ser un poco mal hijo... Y, pensándolo bien... lo llamamos paraguas plegable, pero a mi se me ocurre un nombre más acertado y definitorio: "paraguas ausonia". Al fin y al cabo, también son de un solo uso...
Pero lo más temible de los días de lluvia son los paraguas ajenos. Y dentro del amplio grupo de "los paraguas ajenos", dan más miedo que una reunión de vecinos las "señoras champiñón". Si el hombre desciende del mono, las señoras champiñón descienden de los soldados romanos cuando iban en formación cerrada con sus escudos. Ellas van despaciiito, pero no se detienen ante nada. Si tienen que arrollar, arrollan. Impasibles, estóicas, imperturbables... sin miramientos, pero despaciiito. Cada vez que veo aproximarse a una, me tiemblan las cañillas. Yo no sé si prefiero arrojarme a la carretera entre las ruedas de un camión o seguir adelante y arriesgarme a perder mi integridad física y/u ocular.
Pero lo peor viene cuando deja de llover. Vas tan tranquilo por la calle, con tu paraguas-bastón alejado de tu cuerpo (haciendo biceps) y de repente... ¡zas! goterón inusitadamente gélido que da de lleno en el cogote y resbala por tu espalda... ¡qué agradable sensación de frescor! Es... ¡como un anuncio de champú anticaspa!
¿Os acordáis de esos chinos de "humor amarillo" que tenían que cruzar un río saltando piedras?¿Y no os resulta sospechosamente parecido a caminar por una calle embaldosada? Porque tú vas creyéndote más listo que nadie vigilando las cornisas y/o tejadillos expendedores de gráciles gotitas y ¡zas! ¡la baldosa escupidora! (Por supuesto, llevas puestos esos zapatos de ante taaan bonitos y taaan nuevos). Y es que a veces, caminar por la calle se parece mucho a un videojuego...
Por cierto, que Rocío y Maruxiña son las manitas de que Xelda, Feitura Artesá haga estas cosas tan bonitas. Entra en su página de Facebook pinchando aquí. Además, que no hace falta irse hasta Galicia para tener una, ¡¡que te lo mandan por correo!! (que son muy listas ellas) |
Un abrazo... Dulcemente.
Otra vez: OLÉÉÉ´! Me he reído mucho. Real como la vida misma.
ResponderEliminarPermíteme un toque musical. Ponle música: "I'M SINGING IN THE RAIN...", "y LLOVERÁ, Y YO VERÉ..." "GOTAS DE AGUA QUE AL CAER..." Yo creo han han creado estas canciones para hacer más llevaderos los choques con las "señoras champiñón"
Me ha gustado lo de las VACACIONES en Galicia.
Ah! Yo probé un bichito verde de las fotos, buenísimo...
Besitos.
"Llueve, detrás de los cristales llueve y llueve sobre los chopos medio deshojados..."
EliminarSerá por canciones...
Me alegro que te haya gustado!
Besos
MUY COLORIDAS LAS RANITAS, QUE SE LO ESTÁN PASADO BOMBA CON EL AGUA, SE LAS VÉ TAN FELICES ESCUCHÁNDOTE QUE PERMANECEN EN EL BATALLÓN QUIETAS, MUY QUIETAS ESPERANDO QUE CON TUS PALABRAS LAS HAGAS FAMOSAS Y, TAN COQUETAS QUE NO PODEMOS DEJAR DE MIRARLAS.
ResponderEliminarPRECIOSO COMO SIEMPRE TU RELATO Y TU NUEVA CREACIÓN.
UN ABRAZO. GLORIA AGUADO.
Gracias, Gloria. Es un placer hacer ranitas (o lo que sea) y escribir cuando sabes que tienes tanta gente buena dispuesta a mirar y a leer.
EliminarUn beso grande!!