Ahora que ha terminado este laaargo fin de semana, consigo sacar un rato para escribir este post. ¡Por fin! Y es que he tenido trabajo a porrón. Pero, lo más importante es que mi hijo, mi santo y yo, hemos hecho una excursión para ver a una gran amiga y ¡han venido mis sobrinos! (que viven fuera de España y los veo de pascuas a ramos).
Con tanta celebración, y aprovechando que era Halloween, mi cocina fue invadida por una jauría de ¡¡momias y bichos verdes!!.
La verdad es que yo no soy muy "jalogüinera", pero mi amiga, Rocío, es una amante acérrima de esta fiesta y no podía llevarle unos Cake Pops comunes y corrientes. Permitidme un pequeño inciso: Rocío, junto su hermana Mari y su amiga Mª José, son unas excelentes artesanas. Hacen unos bolsos preciosos, y broches, y collares... Os enlazo su página de facebook, para que echéis un vistazo "Xelda, feitura artesá". Todo hecho a mano, ¡hasta la etiqueta!.
Sigo con el tema que nos ocupa... Mis sobrinos, tres para más señas, y golosos hasta el tuétano, disfrutaron como pepinillos. Los pobres no sabían si quedarse con los bichos o con las momias. Tanto, que ni siquiera echaron de menos las "rocas de chocolate" que suelo hacerles cuando voy a verlos... (prometo post y fotos de las "rocas de chocolate").
Los bichos verdes son rellenos de oreo y cubiertos con chocolate (verde, of course).
Las momias son Cake Pops de sabor vainilla y recubiertos, también, de chocolate.
Está feo que lo diga yo, pero estaban bueníííísimos, o mejor, y dada la fiesta que se celebraba, estaban de mueeerrrrte.
Os dejo con más fotos.
Un abrazo... Dulcemente.
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